Ambientación Principal

[Ishida Mei]

Año 2012, la Tierra se siente cansada de sus hijos, a los cuales ha tratado con amor desde el principio de los tiempos, y los cuales no saben valorar el sacrificio que ella está haciendo por ellos. Durante muchos años ha estado enviando señales a sus vástagos del dolor de madre que siente y que oprime su núcleo, y no resiste a la ambición de sus hijos de crecer y crecer a costa de ella misma, deformándola, deshidratándola, matándola al fin y al cabo.Ah, ingenuos humanos, que desconocíais el poder de la Madre Tierra, ¡lamentaréis la furia de la naturaleza! Y entonces, su Madre comenzó a declarar la guerra al ser humano, aunque se arrepentía con cada ataque que enviaba, pues causaba muchas muertes de las cuales su conciencia no podía desprenderse.



Y no sólo Tierra actuó en ese año precario, sino que reinaba en Europa, uno de los continentes más prolíferos de todos los tiempos, un estado de crisis económica que había empezado a alterar a todos y cada uno de sus habitantes, ocasionando problemas como la alta tasa de parados, la supresión de la educación pública en muchas ciudades pobres, la suspensión de la sanidad pública, etc. A pesar de los esfuerzos de Alemania, la gran potencia europea, por que la economía se recuperase, esta nunca consiguió elevarse de los números rojos, por lo que los apurados europeos solicitaron ayuda a los Estados Unidos en el año 2037. Estos últimos aceptaron y firmaron el Pacto Económico Europeo, en el que se contemplaba la cifra que E.E.U.U. entregaría como préstamo a Europa para su recuperación, el plazo en el que esta debería devolverlo y algunas relaciones de paz entre ambos. Viendo un rayo de esperanza, los europeos comenzaron a intentar levantar la economía, pero era tan grave la crisis, que parecía que volverían a fallar, y con ello, arrastrarían también a Estados Unidos.

A causa de ese motivo, en el año 2050, se produjo una invasión aérea del ejército de E.E.U.U. en Europa. Los aviones estadounidenses portaban unos intensos misiles, innovadores, que contenían una sustancia a la que los científicos que los habían desarrollado llamaban "saccharon" debido a su parecido con el azúcar. Y esos misiles, cayeron sobre el continente europeo, que literalmente se resquebrajó, convirtiéndose una parte del terreno en pequeñas islas y hundiéndose la otra parte. No quedaron apenas supervivientes de esta catástrofe. La zona que antes ocupaba Europa ahora se llamaba "El Océano de la Rosa", porque parece que las islas se despliegan como los pétalos de dicha flor.



Estados Unidos, habiéndose librado de su mayor problema (una crisis que habría sido nefasta), se giró entonces hacia Asia, en la que se estaban produciendo, desde el año 2054, revueltas a causa de la catástrofe europea. Los nipones estaban resultando terriblemente molestos en cuanto a las revoluciones, ya que, al tener la prioridad en cuanto a la unión global debido a sus amplias redes informáticas y a su gran dominio de la información, estaban también consiguiendo levantar a los habitantes de Nueva África, que, ante la crisis económica europea habían dejado de ser tercermundistas. Fue entonces cuando, en el año 2060, el presidente de E.E.U.U. se reunió con el ministro japonés para llegar a un acuerdo en cuanto a las revoluciones. El segundo, sin optar por la flexibilidad y sin perder en ningún momento la compostura, rehusó de la idea estadounidense, rechazando los sobornos que el gobierno les iba a proporcionar. Esta desafortunada reunión fue la causa del estallido de la Tercera Guerra Mundial, que enfrentó a E.E.U.U. contra Japón y sus aliados africanos.

Para librarse de estos últimos, los estadounidenses enviaron a su ejército naval para que capturaran a los africanos como esclavos, pero el ejército japonés se había encargado de enviar algunos barcos antes que los americanos, consiguiendo transportar a una gran parte de la población africana a Asia. Los instalaron en una zona llamada "Asica" (conjunción de Asia y África).



Mientras la Guerra sucedía, en un pequeño pueblo costero de Japón, una chiquilla, de nombre Ishida Mei, regresaba de sus clases matinales en el Instituto de Secundaria "Ginkgo Gakuen" cuando vio una especie de tubo de luz que provenía del cielo. Entonces, vio que en el interior de aquel cilindro, había una especie de polvo áureo, que se unió para formar una escalera. Por ella, bajó un muchacho, de pelo completamente blanco, y con los ojos de color carmín. Ella, asustada, quiso huir, pero él la alcanzó a la velocidad del rayo, y clavando su mirada en la de ella, habló sin mover los labios: << Has sido la primera, ahora eres la Única. Debes predicar que en lo alto de esas escaleras está la paz. La ciudad que protegerá a los defensores del hombre: el Regnum Caeli. Haz, pues, un llamamiento a todos los humanos de los que tengas conocimiento que están bien avenidos en carácter y virtuosismo, y llévalos contigo, muéstrales el camino que deberán seguir sus hijos para crecer en la más completa paz, bajo la tutela de los heraldos>>. Ishida Mei asintió, y no pudiendo controlarse, despegó sus resecos labios: << ¿Cómo te llamas? ¿Por qué has venido? >> . Y él respondió: << Puedes llamarme Yori, y vine hasta aquí porque escuché que me llamabas, porque escuché en tu corazón que serías la Única>>. Dicho esto, desapareció elevándose hacia el cielo. La escalera quedó intacta, en aquel lugar, y la joven estudiante, siendo consciente del peso que recaía sobre sus hombros, empezó a pregonar lo que había visto, y condujo a los dirigentes del país a que vieran aquella maravilla del cielo. Todos los aceptaron como un símbolo de protección de los ancestros que tanto apreciaban la existencia del ser humano como alguien honesto y amante de su especie.



Así es como, actualmente, todos los niños que nacen en Asia y Asica, así como los pocos que nacen en La Rosa, son enviados a Confugium, la ciudad del cielo, donde todos son acogidos para ser educados en la vida celeste, y para ser protegidos de la realidad que vive la cansada Tierra.